Bueno, otra vez me dieron ganas de escribir. Me gusta escribir porque siento que soy buena en eso, y me hace feliz cuando a la gente le gusta lo que escribo.
Aquí les dejo una reflexión. Es super personal
pero siempre me ha gustado compartir estas cosa, más abajo dice por qué.
Tiene que ver, de nuevo, con mi fe. Con Cristo y
la cruz. Y lo comparto así, en especial para los que muchas veces no entienden
esta fe. Para los que no creen en Cristo y la Resurrección o los que simplemente
no entienden por qué los católicos tenemos tantas imágenes de un Cristo
clavado, sangriento y triste, y no alguna de un Cristo vivo.
Resulta que la cruz de Cristo, es el símbolo que
abarca todos los pecados de la humanidad. Creemos, yo lo creo, que a través de
la entrega de su vida, de la manera más cruda y brutal, Cristo decidió cargar
con los pecados nuestros. Y con eso, nos abrió las puertas al cielo y a la vida
eterna. Así también, cada vez que en nuestra vida nos pasan cosas malas, que
muchas veces no logramos entender o que no encontramos sentido, descubrimos por
nuestra fe, de qué manera Dios nos va acercando al dolor que sufrió Cristo en
la cruz y cómo con ello nos va asemejando a él y educando. Algunas veces
existen cruces que pesan muchísimo más que otras. La pérdida de un hijo, el
diagnóstico de una enfermedad terminal, un accidente, etc. Pero todas esas
cosas, finalmente, cumplen un propósito que muchas veces es dificilísimo de
entender, pero que SIEMPRE tiene un sentido.
El tema de la cruz y su peso lo entiendo más que
nadie, porque yo, después de haber sido en el colegio, una alumna ejemplar, una
hija tranquila, obediente, "piola", responsable, etc; se me
gatilló un trastorno bipolar, que en su inicio (cuando aún no tenía el
diagnóstico) impidió que entrara a estudiar a la universidad, significó que me
cortaran las alas de todas las maneras posibles. El cuadro que había tenido
(momento gatillante), en su forma, significaba que yo jamás podría separarme de
mis papás; que jamás iba a poder estudiar donde yo quería, en otra ciudad. Que
jamás iba a poder irme al viaje a Alemania que tenía preparado y por el cual
había estado trabajando. TODO, lo bueno que venía, se me estaba quitando. Yo
pensaba "¿Por qué a mi? ¿Por qué, si siempre fui buena, me porté bien,
hice todo como había que hacerlo? ¿Por qué a mi? ¿Por qué me castigas
(Dios)?" y me costó mucho encontrarle el sentido a todo eso.Mucho. Con el
tiempo (después cambié de psiquiatra y el nuevo, que era Infantojuvenil, revocó
todo lo que había dicho la otra señora doctora [fea] ) todo se arregló, entré a
estudiar en Santiago el segundo semestre, pude ir a Alemania, y, aunque perdí
mi beca de 100% toda la carrera por el episodio, la mantuve con un 80% y con
eso pude, como siempre quise, ayudar a mis papás (...porque somos MUCHOS!!!)
El asimilarlo todo como mi cruz personalizada y
especial me costó un tiempo. Por mucho tiempo no fui capaz de contar por qué
estaba atrasada en la U, y qué me había pasado sin tener los ojos llorosos o
que me temblara la voz. A menudo, si lo recordaba rezando, me largaba a llorar
porque no entendía por qué me había pasado. Hasta que lo entendí, lo entendí,
lo asumí, lo abracé. Y ahora mi cruz, es mi cruz regalona. Mi bipolaridad es
parte de mi, intrínseca, y no la escondo. Decidí que iba a asumirlo como si
fuera ser miope. A nadie le da nada decir que es miope, así que con eso me
propuse que la gente supiera que las personas bipolares no somos como sale en
las películas, que nos enojamos fácilmente y que tenemos cambios de ánimo
repentinos. No es así. Ustedes me conocen y saben que no lo es.
Con todo lo que les acabo de explicar, pude
descubrir el sentido de MI cruz, y con el tiempo he podido conocer o descubrir
el sentido de otras cruces. Una de mis favoritas, es la de mi tío Kanki. El
murió de cáncer a los 10 años. El 5º de 8 hermanos. Murió de un tumor cerebral
y significó un dolor inmenso en toda la familia. No imagino lo que debe haber
sido para mis tatas. Dicen que la pérdida de un hijo es lo peor que le puede pasar
a una persona. Que es algo que nunca se supera, sólo se acepta y se sigue
adelante con el dolor por siempre.
Y claro que debe ser así. A mis abuelos todavía
les duele su pérdida, y ya han pasado más de 30 años.
Sin embargo, el dolor de la pérdida de Kanki, tiene requeterequeterequetecontra sentido definido. Él en sus momentos de
hospitalización, se dio cuenta de que habían muchos niños solos y quiso que se
hiciera algo al respecto. Así nació unos años después de su muerte la
"Corporación Francisco Javier Lagos Olavarrieta de Ayuda al Niño
Enfermo", que ha albergado a más de 1000 niños y les ha regalado uno de
los mejores y más efectivos remedios para cualquier tipo de enfermedad, cariño
y amor. Hay uno de los caso de la corporación que es emblemático. El de Aladín,
un niño que llegó a la corporación que sólo tenia 1/4 de pulmón (¡1/4!!!!!!) y
tenía diagnosticado máximo 9 meses de vida (algo así). Bueno, resulta que él
llego a la corporación a los 9 años si no me equivoco, y vivió como hasta los
23!!!! ¿Qué increíble o no? Lo que es capaz de hacer el amor. Ya con sólo ese
caso, la muerte de Kanki se veía justificada. Sólo con ese caso, y es sólo 1 de
más de 1000.
Bueno, en fin, escribo porque realmente me parece
importante darles este testimonio no para que sepan de mi o, no sé para que
me encuentren "bacán" o no; lo comparto porque quizás les
sirve para mirar esas penas y dolores que muchas veces hay en la vida desde
otro ángulo. Para encontrarle sentido a las cosas a las que uno no se lo
ve.
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