A veces me
pregunto si es muy tonto lo que estoy pensando, si soy muy rara. Sé que en
varios aspectos lo soy, o se me puede percibir de esa forma. Sin embargo, hay
cosas que pasan por mi mente que me hacen sentir como un bicho raro. Son mis
formas de expresión más puras. Esas que cuando me las critican me parten el
alma, porque siento que la critican, a mi alma. Que ven algo malo en eso que es
tan intrínseco mío. Que siento que es como lo que me hace más yo. Algo de eso
especial que sólo yo tengo en el mundo.
Entonces
cuando me tocan eso, me quiebro al tiro. Me llega como flecha al corazón y me
desarma en lágrimas. A veces son comentarios de pasada, muy sencillos, que
quizás no se me entregan con gran seriedad, quizás son de pasada, o tal vez son
una inocente burla de alguno de mis gestos. Pero aún en esos casos, la flecha
igual llega, lo que muchas veces, cuando se traduce en una explosión súbita de
llanto, me muestra demasiado vulnerable, desviste mi alma y hace que otros
cuestionen esas reacciones y con ellas me cuestionen a mi también.
Siento que todo
eso se traduce como un “¿Por qué eres así?”. Me imagino, cuando eso pasa, que
al otro le queda dando vueltas en la cabeza esa pregunta, y por eso me duele,
porque acaso, ¿No puedo ser así? ¿No debo ser así? ¿Qué tiene de malo? No
entiendo… Si esas formas no les hacen mal a nadie…
Me da pena
cuando me dan ganas o se me ocurre hacer un regalo para alguien en especial,
sólo por lo único de esa persona y por la cantidad de cosas que la
caracterizan, y llevando a cabo esa idea, se me critica porque ¿Por qué haces
algo tan producido para él o ella, si no es tan amigo tuyo? ¿Qué tiene de malo?
No entiendo qué sentido tiene cuestionar algo como eso.
Otras
veces, el sentimiento me aparece cuando me critican valores con los que he
crecido. Cuando me molestan por no ser capaz de mentir, o cuando se ríen de mi
por cosas estúpidas, como que quise llevar un saco de dormir para usar de
sábana en mi viaje mochilero, porque me preguntaban para qué iba a llevar bulto
y peso extra. Hasta esa tontera terminaba afectándome, pensaba ¿Qué les importa
si quiero llevar más peso, o más bulto? ¿En qué les afecta?. Me acuerdo que ese
tema en particular se dio cuando salimos a comer una pizzas en Alemania y
empezaron a sacarlo a flote. Era algo que habíamos hablado antes de viajar, en
Chile, y me empezaron a molestar, y yo colapsé, rompí en llanto, así de la nada
y me fui al baño a calmarme y lavarme la cara. En casos como ese, también juega
un papel súper importante ese lado que es tan mío también, pero que es negativo
y que sé que se puede trabajar: la importancia que le doy al “qué dirán”. Me
cuesta demasiado desligarme de eso. De hecho, en esto momento de mi vida, ni
siquiera siento que soy capaz de hacerlo.
En fin, creo
que entonces lo más importante, es que no pierda jamás eso que me hace tan yo.
Esos impulsos por regalar cosas sin pretexto, sólo porque se me ocurrió o
porque “Me acordé de ti”. Que sea capaz de ejecutar esas ideas que se me
ocurren y que no me atrevo a desarrollar sólo para que no piensen que soy
demasiado rara, o qué ¿Por qué lo hago si no es necesario?. Así que sólo me
queda trabajar mis miedos al prejuicio y preparar esas fiestas que siempre he
querido hacer, que no tengan motivo más que celebrar la amistad, en general o
en particular. De hacer las cosas porque sí, desarrollar esas ideas sólo porque pueden ser capaces de sacar
sonrisas y porque no tengo nada que perder llevándolas a cabo.
En fin, yo escribo porque me permite expresarme de la mejor forma. Puedo ser autorreferente, lo soy, pero esta es mi manera de sacar lo que tengo adentro, y aquí en mi blog, el publicar mis escritos y pensamientos, sirve más para mi como una manera de plasmar esta, mi historia, en algún lugar donde espero, pueda perdurar y que con eso, pueda también yo revisar "mi pasado", porque la verdad es que lo que escribo a mano está tan esparcido entre libretas, cuadernos, croqueras y hojas sueltas, en medio de mis desórdenes . Y al final, más que exponer mis ideas al mundo, con esto siento que tengo la oportunidad de timbrarlo en la historia y de darle permanencia, de juntarlo todo en un lugar donde espero no lo pierda. Por lo mismo, lo único que puedo decir a quien lo lea, es que ojalá disfrute lo que escribo por mi narración y que también ojalá, pudiese encontrarse en mis ideas, para que así sepa que no es el único que piensa así y que no está solo.
PD: Trinita, ahora entiendo, habiendo procesado lo que me pasa a mi, por qué siempre que te molestamos te pones a llorar...Perdón por no haber empatizado...
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