Ayer se fue al cielo un amigo muy querido. Aunque no éramos
así, súper cercanos, era un buen amigo. Era una gran gran persona. Y realmente
me siento honrada de haber podido conocerlo.
Julio fue un santo joven, y no creo estar exagerando, de
verdad pienso que sí. Con una inmensa alegría y una característica risa
contagiosa de carcajadas estrafalarias no pasaba desapercibido. Bueno como
pocos, de corazón noble vivió según el modelo de Cristo, vivió por y para Él y
sus 26 años fueron un reflejo de aquello.
Es difícil entender a veces por qué Dios se lleva a la gente
así. Por qué, si son un aporte tan inmensamente bueno en este mundo se los
tiene que llevar. Pero la verdad es que todos estamos de paso. Todos vamos a
llegar a nuestro fin aquí en la Tierra y el tiempo que dispongamos aquí, es el
tiempo que tenemos para ser esa pieza del puzzle, irremplazable, para lo que
hemos sido creados. Estamos aquí para cumplir, cada uno, una misión que es
personal, única e intransferible, y Julio, ¡pucha que lo hizo bien! . Nos dejó
cómo legado su eterna alegría, su fuerza para enfrentar la vida y sus
obstáculos con la mejor cara, confiado en Dios y sin dudar de sus planes.
Ya por su forma de enfrentar la enfermedad nos dio un
ejemplo inmenso y como si eso no fuera suficiente, nos demostró, junto con la
Susi el verdadero poder del amor, cómo éste es más grande que cualquier
dificultad y cómo se puede vivir en el amor, por el amor y para el amor, hasta
el fin de nuestros días.
Julio querido, con tan sólo 26 años nos enseñaste lo que
muchos tardan en enseñar en una vida longeva y completa. Aunque nos duela aquí
abajo, nadie podría decir que por corta que fuera tu vida, no fue una vida
completa. Marcaste a tantos y al parecer así Dios quería que tu vida completa,
durara 26 años. Jamás te olvidaré y por siempre hablaré de ti como “un amigo
santo” que conocí (y en realidad descubrí), cuando juntos quisimos entregar “la
vida en Cristo por el Alma de Chile”.
Ojalá algún día no seamos sólo los que te conocimos en
persona quienes veamos en ti ese gran ejemplo de santidad. ¡Sos un grande July!
PD: ¡Te juro que voy a empezar a rezarte para la beatificación!
PD: ¡Te juro que voy a empezar a rezarte para la beatificación!
No hay comentarios:
Publicar un comentario