viernes, 14 de octubre de 2022

No Maten a Julie: por qué Julie Andrews es mi ídola y creo que es santa

Mi ídola de siempre. Sus personajes son mi modelo a seguir. Desde la calidad imaginativa y educativa de Mary Poppins, mi real ejemplo a seguir de niñera; pasando por la profunda fe en Dios y amor a la música y a la familia de María Von Trapp, ejemplo de madre; siguiendo a la gracia y preocupación de la reina Clarisse, ejemplo de abuela. 
Su participación en Mi Villano Favorito, dónde dió voz a la madre de Gru, habla también de una abuela con una niña interior muy viva, algo que yo aspiro a mantener hasta el fin de mis días.

Sus tres personajes más icónicos y mis favoritos

Su participación en Bridgerton, como la voz de Lady Whistledown, demuestran su conexión con la actualidad y lo que resuena con la juventud. Sigue hablando de su alma siempre joven.

No sólo su vida en pantalla y la de sus personajes son ejemplo. Una vez me topé con un documental francés en Film & Arts, de su vida que sólo reafirmó mi admiración por ella y su trabajo. 

Creció con una madre y un padrastro que la hicieron trabajar de niña por su talento y belleza, y que después en vez de darle amor y apoyo, prácticamente la explotaban. Su madre además  envidiaba su talento y belleza. 


Con su mamá y padrastro, de niña actriz 

Se enfrentó a la traición del director de la obra musical que la hizo famosa, que al hacerla para Hollywood, decidió elegir a Audrey Hepburn porque estaba de moda por sobre Julie, la Eliza Doolittle original, porque no había actuado nunca en una película y no eran tan popular en el medio. Esto fue el primer golpe profesional de Julie.
Pero porque la vida no es tan injusta, su primera película Mary Poppins salió el mismo año que My Fair Lady, y aunque la segunda venció a la primera en la categoría de Mejor Película, Julie venció a Audrey, con su primera película, en la categoría de Mejor Actriz, y elegantemente, agradeció a ese director que le había dado la oportunidad en Broadway (y que después la había traicionado).

Aquí con Audrey Hepburn y su primer Oscar

Se casó en primeras nupcias con Tony Walton, diseñador de vestuario de Mary Poppins. 
A pesar de que se volvió a casar con quién fue su amor hasta que falleció, siempre habló muy bien de su primer marido, con admiración a su talento y dedicación. Nunca olvido como cuenta que ese abrigo azul marino típico de Mary Poppins estaba forrado con tela naranja, que no se veía, pero que hablaba del lado escondido "cheeky and fun" del personaje. 
La forma en que ella hablaba de su ex, era muestra del cariño que le tenía y de cómo lo admiraba; y eso era ejemplo de que ella lo seguía respetando, tanto como profesional como como el padre de su hijo.

Julie tenía un registro vocal de otro mundo. En sus películas de juventud se nota. Y es eso lo que su madre le envidiaba de niña. Y es la razón, entonces, por la que no tuvo una buena figura materna. 

Aquí luciendo su registro en Mary Poppins


En su adultez se enfrentó a la operación que más puede asustar a un cantante. Tuvo nódulos y la operaron por ello. Esa es la típica operación que se hacen los cantantes que les aterra porque existe la posibilidad de perder su "singing voice". A Lady Gaga se la hicieron, y a mucha gente más, con resultados exitosos. 
Con Julie no fue así. Ella perdió su voz. Fue el segundo golpe más fuerte para su identidad, su carrera y su autoestima, después de lo de My Fair Lady.
Esta escena del Diario de Una Princesa 2, dónde se presenta con Anne Hathaway y Raven Simone, fue su vuelta a cantar en cine, ya con un registro muchísimo más acotado.



A pesar de todo lo que sufrió, nunca dejó de ser una dama. Nunca ha dejado de tratar al resto con gracia y amabilidad. Y hasta la corona inglesa la ha reconocido oficialmente como "Dame". 

Todo esto lo sé de memoria. Nada lo he tenido que googlear, porque de verdad que la admiro mucho a Julie. Cuando digo que es mi ídola no es un eufemismo. Ojalá yo llegue a vieja con esa gracia y siendo tan querida por el mundo entero.

Aunque su cumpleaños fue a principios de mes, seguimos en Octubre, y aunque no estuviéramos en su mes, nunca está de más reconocerla. Ya lo hizo el American Film Institute este año que reconoció su carrera y dedicó una ceremonia entera a su trayectoria. 



Últimamente en mi familia, con la muerte de Bette Davis, de la Reina Isabel, y de Ángela Lansbury, todos están diciendo que sólo falta Julie. Yo me enojo, si está "vieja" pero sana. ¿Por qué me la matan antes de tiempo? 
Estoy segura de que el día que parta voy a llorar con  pena, pero con la alegría de haber vivido en su tiempo y de tenerla como figura a quien admirar.
Nunca olvido cómo en cuarto medio en clase de inglés, una compañera quedó en shock cuando yo dije que mi ídola era Julie y que siempre había querido ser como ella; porque la Dani (mi compañera) no entendía que mi modelo a seguir fuera una abuela, y no alguien joven, tipo Britney. Creo que me lo dijo tal cual, mirándome con cara de no entender. 

Pero quien me conoce no tiene necesidad de entender esa diferencia, porque me conoce.

Estaba escribiendo esto en facebook, pero quedó tan largo, que lo voy a poner en mi blog, porque además Julie merece que su homenaje no se pierda en mi feed.

Ahora sólo doy gracias a Dios por que exista gente como ella en Hollywood. Para mí, eso que he relatado, es santidad. Al menos como la entiendo yo. Así que salud por Santa Dame Julie. 
¡Y que viva hasta los 100!

martes, 16 de agosto de 2022

Qué tienen en común Dios, Mary Poppins y la Magia y cómo definen mi forma de ser

Estas podrían ser perfectamente Mary Poppins y Dios 

Bueno, de primeras, lo más básico que tienen en común esas tres cosas, es que son de mis favoritas en la Tierra (si no LAS favoritas).

Dios, como todos saben, Maestro de maestros, Creador de creadores, Fuerza del espíritu creativo, imaginativo, Padre amoroso, Diseñador primero, la razón de mi existencia, literalmente. El mejor de los magos, el mejor “niñero”...



Mary Poppins, por otro lado, película de Disney, de los años 60’s, ambientada en 1910 en plena primera ola del feminismo; trata de una niñera que movida por los vientos, se dedica a cuidar niños de una forma peculiar, llena de imaginación y magia; y básicamente, a arreglar crisis familiares*. Estimulando a su paso en un altísimo nivel, la imaginación de sus pupilos, y a través de ello enseñándoles a tomar sus remedios, a ordenar sus piezas, y a comportarse, sin dejar de lado las locuras supercalifragilisticoespiladosas de la niñez. 

Primera película de la entonces actriz de tablas musicales, Julie Andrews, quien con esta interpretación recibió no sólo su primera nominación a los Oscars, sino que se llevó el galardón, superando entonces a Audrey Helburn por su papel en “My Fair Lady”, uno de los trabajos más famosos de la última. 

Todo esto antes de convertirse en María, la famosísima “Novicia Rebelde”. 

¿Cómo no amar a Julie si sus papeles más famosos son de una niñera mágica y de una institutriz —básicamente niñera— que era monja, o sea, súper católica, y se convierte por amor en la mamá de siete hijos, o sea, ¿qué más Germanita que esos dos tipos de personajes?

¿Ya van entendiendo por qué esas dos cosas son mis preferidas? ¿Y qué tienen que ver con la magia? 

Y es que para mi, Dios es la expresión máxima de la magia. Pero eso veo la magia como aquello capaz de sorprendernos con desde lo más simple hasta lo más complejo. 

Para mí lo mágico tiene que ver con el misterio y la sorpresa. Con la ilusión en todos los significados que le otorga la RAE. 

Y se me hace entonces imposible no vincular a Dios con la magia. No ver cada regalo en su Creación, como un roció de polvo de hadas que tal como lo hace Campanita en Peter Pan, te llevan a volar. 

Porque la belleza del mundo, de la Natureza, nos eleva. Eleva nuestra humanidad. Nos levanta. Nadie me puede negar que un atardecer lindo te genera algo que te hace liberar endorfinas que suben tu ánimo. O que el sorprenderte con un paisaje que te deja sin aliento, no te acerca a la felicidad. La magia de Dios nos eleva, nos sube los niveles de cosas buenas, y en esa “elevación” literalmente, nos acerca al Cielo, con mayúscula (no a las nubes).

Para mi, esa es la expresión máxima de la Magia de Dios. Por eso, el otro día, tuve una conversación con un tipo en redes sociales que no creía que Dios y la Magia fueran compatibles. “Espera que tenga tiempo para refutar tu forma de pensar, porque si lo vieras como yo, no tendrías dudas de que Dios ES magia”, le escribí .

Y aquí estoy, escribiendo la explicación para este hombre que no conozco, pero que quiso darse el tiempo de tener una conversación de cosas profundas conmigo.

Y bueno, ¿Qué es Mary Poppins sino una representación de esa Magia Divina?. Una mujer (Dios también es Madre, por ser el creador es tan masculino como femenino, porque las distinciones de género son humanas y Dios está fuera de ellas) que vive en el cielo, literalmente, viene de las nubes. Tiene el poder de crear realidades a punta de la imaginación (cómo se ve en toda la escena que contiene la canción “Supercalifragilisticoespiladoso” en la película, donde con los niños entran a un dibujo y en él a un mundo donde la realidad y la animación conviven).


Mary Poppins no sólo le estimula la imaginación a los Banks, sino que aparece en sus vidas para transformar la relación de Jane y Michael (Banks) con su padre. Un hombre de bancos, que por darle importancia al dinero, ha perdido el valor verdadero de las cosas. Mary Poppins llega a la familia y se queda sólo por el tiempo que le permite arreglar esa relación (esto no es spoiler porque 1. La película tiene más de 60 años, y 2. si la quieren ver, uuuf, no les he contado nada).

Por todas estas razones, es que yo, como niñera, trato de parecerme lo más que puedo a la “Practically Perfect”, Mary Poppins. Y aunque estoy lejos de ser prácticamente perfecta, como ella, si la alcanzo, creo es capacidad de asombrar niños con la magia. Los papás de los niños que cuido son testigos de mis esfuerzos por llevar magia a la vida de los niños. Ellos mismos pueden contar su experiencia. Lucas, de cuatro años, ahora cinco, está convencido que sus dinosaurios son mágicos, porque cada vez que íbamos a la plaza, aparecían inexplicables en los juegos. No entendemos cómo lo hacían, siendo tan chicos y de patas tan cortas, para ganarnos en el camino de 5 cuadras que tomábamos para llegar a los juegos. Pero se las arreglaban para aparecer en los resbalines, o simplemente en las plantas. Y si los guardábamos en mi mochila, se volvían a escapar.

Mi sobrina Martina, a sus 6, me dijo hace un tiempo, el mejor piropo que ma han dicho en mi vida. Yo le dije algo así como “¿Marti, si ves que cuando yo estoy aparece la magia?”. Hablando sobre cómo Teté, un loro de juguete sacado de la canción “El Lorito Teté” de Canticuénticos (grupo musical infantil argentino) aparecía mágicamente en diferentes lugares de mi casa. Ella me miro y me dijo: (redoble de tambores) “No Ñaña (así me dice ella — que en Chile es apodo, no significa hermana como en Ecuador, donde viví dos años— para mis amigos de allá jeje), la magia no aparece, TÚ ATRAES LA MAGIA”

Les juro que para mi, se sintió como que me dijeran: “ya cambiaste una vida, puedes morir en paz”. 

O sea, para mi es así de importante estimular la imaginación de los niños. 


Versiones de Teté en todos los niños que cuido

Para mí, es algo, profundamente relevante. No son sólo juegos, es enseñar esa capacidad de asombro que hace que hoy, la Germanita que tuvo una infancia llena de imaginación, tenga todas las capacidades creativas que tengo, y sea capaz de escribir esto, de hacer las figuritas de fieltro que hago, y tanto más.

Cuando tuve la crisis psicótica que me desencadenó la bipolaridad, una de las primeras cosas que me pasó que delataban este cambio en mi cerebro, fue que tenía un exceso de ideas. Llegó un punto en que tenía tantas ideas en la cabeza que me atormentaban. Eran ideas lindas, muy profundas, unas realmente sacadas de teorías conspirativas, pero otras que hasta el día de hoy me hacen sentido.

Una de ellas, fue descubrir que yo, que iba a entrar a estudiar Diseño, iba a hacerlo porque el diseño era (y este era el descubrimiento del tipo lindo de la locura) etimológicamente, sin que nadie lo supiera, lo siguiente (y esto era algo que yo escribía en papelitos por todos lados porque como les digo, me abrumaban ideas que no quería perder):

Si juntas DIOS + me lo ENSEÑÓ, te queda la palabra DISEÑO. 

Y eso para mi, era entender la creatividad, como una expresión del Espíritu Santo. Era entender mi vocación de diseñadora, como parte de mi ideal personal; de traducir aquello que Dios me iba mostrando, de esas ideas inspiradas por el fuego del Espíritu Santo (mi favorito de la Trinidad por ser básicamente el encargado de la inspiración) en creaciones propias. 


Y todas estas ideas de creer y crear, no existirían sin la profunda creencia religiosa de mi familia, ni sin la profunda intensidad creativa que los juegos de infancia sin tecnología, o el grupo musical Mazapán, me regalaron en mis primeros años.

Todas estas son las razones que fundamentan mi forma de ser. Son las razones por las que vibro cuidando niños, porque esta pega de niñera, me permite hacerles creer en la magia. Y para mi, hacerlos creer en la magia, no es hacer otra cosa, que acercarlos a Dios.

Así que ahí, está, amigo de las redes, espero haberte hecho cambiar de opinión acerca de la compatibilidad entre Dios y la Magia.

Y a todos los que no han visto Mary Poppins, ojalá les den ganas de hacerlo, y ojalá con los niños de su vida…


*La película “Saving Mr. Banks”, de 2013, basada en hechos reales, protagonizada por Tom Hanks como Walt Disney y Emma Thomson Como P.L. Travers, creadora de Mary Poppins, se adentra en la realidad detrás de esta idea de “rescatar” la figura paterna, consecuencia de la vida misma de la escritora y su relación con su querido padre, amoroso, pero alcohólico.

domingo, 14 de agosto de 2022

¡He vuelto a las letras! (y volvamos a hablar de salud mental)

Acá el arte de Florencia Pozo que hace un lindo 
uso de pastillas que todos deberíamos tomar. 
Y pantallazo pa que apoyen el arte y la sigan :)


Hace tiempo que no escribo. Y es que pasé por una especie de sequía creativa, que creo atribuir en gran parte a mis remedios. 
Para la mayoría de quienes me leen, es sabido que soy bipolar, pero si no me has leído antes, quizás no tenías idea.
En fin, come buena y responsable persona que padece algún trastorno de salud mental, yo tomo varios remedios que, en mi caso, regulan mi ánimo. 
Come deben saber, la bipolaridad tiene que ver con una fluctuación entre diferentes estados anímicos, en mi caso, entre la depresión y la euforia o manía. 
Suena muy de locos, y es que supongo que algún grado de locura tengo, pero me gusta pensar que es del tipo de locura que me hace especial. 
Y creo que muchas de mis habilidades creativas, incluso esta, de escribir, van de la mano con esa "locura". 
Ahí entra el punto de “la culpa es de mis remedios“, con respecto a lo creativa que puedo llegar a ser. 
Y es que en el último tiempo mis remedios me tenían tan estable anímicamente, que había perdido un poco de mi inspiración o chispa creativa. 
No sé si es como deberá ser pero a mi me mueve mucho la inspiración y sin ella como que no avanzo (eso fue también, lo que hizo que me demorara tanto en sacar mi título de diseñadora). 
Y por eso dejé de escribir en esta ocasión. Me pasaba que tan estable, no sabía qué "decir" o cómo plantearlo. Porque no es que no tuviera ideas, pero no se me ocurría la forma de plasmarlas en algo con sentido, o que encontrara suficientemente interesante como para que otros quisieran leerlo. 

Pero en mi tratamiento hubo un cambio que cambió, valga la redundancia, las cosas. Y es que después de harto tiempo bajando dosis, el psiquiatra me eliminó la quetiapina, un remedio que a mi siempre me dijeron que era (sólo) un regulador del ánimo que con efecto secundario me daba sueño; que tomé desde que tuve la crisis en 2010, en dosis muy altas, y que al parecer— y me acabo de enterar— se usa en esas dosis (más de 100 mg –y  yo tomaba 200)como antipsicótico. 
No les voy a mentir, enterarme que estuve más de 10 años tomando un remedio así, en ese “modo antipsicótico", me hizo pensar "chuta, en verdad debo estar muy loca"; sin embargo, deseché esa idea, en mi afán de defensora/vocera de la salud mental, inmediatamente. Porque creo que no puedo pensar de esa manera si estoy luchando por eliminar prejuicios. Y porque además, realmente no pienso eso. 
Una de las cosas que uno aprende al aceptar que los temas como el mío son efectivamente temas de salud, es empezar a entender que esa "locura" no es más que un desequilibrio químico, y que los remedios no hacen otra cosa que buscar equilibrar eso en mi cerebro. 
No deja de ser impresionante, de todas maneras, el efecto de esos químicos y los remedios, y cómo pueden afectar no sólo el comportamiento de las personas sino también la creatividad. 
Sin embargo, parte de la búsqueda, sino toda la búsqueda del equilibrio a través de la remedios, tiene que ver con encontrar el balance entre un estado de ánimo estable y una capacidad de expresión personal y creativa sanos, que me permitan, de alguna manera, ser la mejor versión de mi. Una versión, en el caso de la bipolaridad, no excenta quizás, de altibajos, pero que me permita tener una vida “normal” (y sólo entre comillas porque la normalidad está sobrevalorada).

Bueno, en fin, cómo intro a mi vuelta a las palabras, quería contarles eso de que finalmente, eliminar la quetiapina me trajo efectos positivos, y aunque al ratito me di cuenta que eliminarla por completo no era la mejor opción —en dosis bajas se usa para inducir el sueño, cosa sagrada en temas de salud en mental y que yo necesito cuidar especialmente en mis momentos más “iluminados”— al ver su efecto en mí, aprendí muchísimo sobre la experiencia  y relación entre los remedios, la salud mental y la creatividad. Y espero que también hayan aprendido ustedes al leerme.

Así que como puse en el título,¡he vuelto! Y es que ahora sí tengo muchas cosas que decir, mucho de qué opinar y muchas anécdotas que compartir, y hoy sí sé cómo hacerlo.

Para que se hagan una idea de lo que viene, en estos últimos dos meses “me fui a vivir sola" (temporalmente) ;y además —en modo de vuelta a mis clásicas “germanicosas”— perdí (y recuperé), en menos de 2 semanas mi celular. Y no es como que no lo encontraba. Una de las veces me lo robaron y las otras 2 lo dejé en lugares donde, o me lo devolvieron o lo pude recuperar (¿cómo no tener fe en la humanidad después de eso?).
De ambas experiencias aprendí mucho y creo que por separado son historias dignas y entretenidas de compartir. 
Así que nada po, estén atentos para que se las cuente y ya volveré a escribir para opinar de cosas más relevantes en nuestro contexto actual. Cosa respecto de la cual siento que también estoy al debe.

Por ahora y como siempre, ¡GRACIAS ☺️ por leerme hasta el final!
(Y como casi spam, no se olviden de seguir en Instagram mi @proyectogratitud que no me gusta que mi insta personal lo doble en seguidores cuando debiera ser al revés)

lunes, 24 de enero de 2022

Especismo y por qué yo sí creo que “el hombre” es superior a los animales


Primero que todo, aclarar que hablar “del hombre” como raza humana, en este caso tiene sentido para el contexto, y aunque yo no me siento realmente cómoda con el lenguaje inclusivo, a pesar de que lo entiendo y me hace sentido su origen, y que podría haber, por eso, puesto “la humanidad” (aunque ese término es femenino por lo tanto, en rigor, uno podría decir que no es inclusivo, si la lógica fuera lingüísticamente pareja); también quiero hablar un poco del tema tanto desde el sentido bíblico, o sea, ultra creyente; hasta el sentido más agnóstico/ateo con el que se pueda tratar este tema.

Ahora, para dar un poco de contexto, hace poco descubrí en mi, algunos rasgos de personalidad que comparto con muchísima gente, y que me hicieron por un lado, entender por qué soy como soy (en algunos aspectos), y por otro, sentirme muy “no sola en el mundo”. Lo primero, fue entender el efecto de mercurio retrógrado en los sagitarios nacidos un miércoles a las 4.20 am (entendí por qué soy volada por naturaleza). Es broma. Jamás le daría tanto crédito a la astrología jajaja.

Hablando en serio, ambos descubrimientos los hablé con mi psicóloga. 

El primero fue descubrirme comprendida en @daniconlapiz y su explicación de lo que significa ser “multipotencial”. Mi cerebro hizo 😱🤯 al mismo tiempo que 🥺😭 al mismo tiempo que 🤩🥰


Sin explayarme demasiado, porque ya me fui por las ramas —Hola awela, tú sabes cuál: sí, este también va a ser largo, lo siento—, ella explica que existe gente sin una vocación única, que tiene múltiples vocaciones en las que no profundizamos no por flojera o falta de pasión, sino por exceso de pasión, de creatividad y de capacidad de aburrimiento (y déficit atencional muchas veces). Hablaba de cómo no nos sentíamos identificados con nuestros títulos porque no representaban completamente lo que éramos como persona. En mi caso, SIEMPRE, que me preguntan qué estudié o qué soy, viene un PERO detrás de “Diseño de Vestuario y Textiles” porque no calzo con la imagen que la gente tiene de eso. Y no me siento “digna” de ser eso. Porque no soy sólo eso ni me siento eso. 

Soy también fabricante y decoradora de galletas y tortas; soy niñera y de las buenas; soy escritora de cuentos, poemas, canciones, y tengo un blog. Soy Pintacaritas. Soy todo eso y a pesar de mis talentos siempre me he sentido insuficiente para lo que el mundo espera de un profesional. En fin; eso fue lo primero que descubrí de mí en este último mes.


Lo segundo, fue —y esto me lo propuso la psicóloga misma— que soy una PAS, persona altamente sensible. Y según el video que me mandó la Cata, la psicóloga, donde lo explican; las personas así somos altamente empáticas (no sólo con los humanos), por lo que sufrimos y nos enojamos fácil, o nos afecta más de lo normal, cuando sentimos que no se es empático con nosostras (las personas, no sólo las mujeres), o cuando se nos malinterpreta como poco empáticos, cosa que es altamente frustrante cuando uno hace un esfuerzo por serlo. 

También tenía en común que somos capaces de maravillarnos con una mariposa o con cualquier cosa muy simple que otros ni pescan — ejemplo concreto, literalmente escribí un poema acerca de cómo mientras me ducho, el sol entra por la ventana y hace que el agua se vea como gotitas de arcoíris y que por esa misma ventana, donde hay una tela de araña, me imagino que rellenando los espacios que genera la tela con colores se generaría un mosaico digno de Gaudí. Y me maravillo por la grandeza de Dios que me regala la posibilidad de notar e interpretar esas cosas. El poema existe, escrito a mano, lo juro jajaja.


Pero sí cómo no notar semejante belleza 😍 (ejemplo)


Volviendo al título y a la grandeza de Dios, y aludiendo a la empatía de la que tanto me gusta hablar y que intento practicar; quiero explicar por qué me gusta comparar a los animales con las personas. Por qué soy capaz de igualarlos al hablar de razas pero reconozco su diferencia cuando defiendo lo que plantea el actual Papa respecto de las mascotas.


“El Papa decide criticar y tildar a las parejas que deciden 

tener mascotas en vez de hijos como egoístas”


Y es que para mi – y según yo esto no es especismo– “el hombre” en el sentido hasta desde lo bíblico, es efectivamente superior a los animales. Y la Biblia lo explica en él Génesis. Dios creó al hombre para cuidar su creación. Le dio la tarea de cuidar a los animales y a la naturaleza; y nos hizo razonanates no para ser más inteligentes, sino, según yo, para poder cumplir esa tarea.

Está claro que lo hemos hecho como las wifas pero eso no quita lo lógico de lo que plantea “el libro sagrado”. Y para mi la superioridad del hombre radica en eso: somos los únicos capaces de hacernos cargo del resto de los seres vivos. Un perro no puede cuidar a un elefante, ni hacer crecer plantas. Y por paradójico que parezca, porque reitero, no hemos hecho una buena tarea, eso sí nos hace superiores al resto de la Creación. 

Por lo mismo, yo planteaba que al ser “superiores” lo natural es hacer una diferenciación entre cómo se trata un humano y cómo se trata un perro. Y ahí estuve de acuerdo con el Papa y compartí una opinión por la que fui juzgada por varias personas, al justificar que Francisco criticara a quienes tratan a sus mascotas como personas y al comparar la adopción de perros con la de humanos (porque obvio es más complejo e importante/impactante/difícil adoptar un niño pero el principio de la lógica de la adopción es el mismo: seres que necesitan Amor). 

Y no es que crea qué hay que querer menos a una mascota, sino que al menos a mi, me parece absurdo igualarlas a un humano, porque nadie me puede negar que perder un hijo humano es más grave emocionalmente, por ejemplo, que perder un hijo perruno. Porque la relación entre los de la misma especie es y siempre va a ser diferente que la de una especie con otra.


Jane Goodall cuenta en el documental del Papa que está en Netflix (lo recomiendo: Historias de una Generación con el Papa Francisco) que había un gorilita muy regalón de su mamá. No se le despegaba, y cuando ella murió, Gorilita dejó de comer, se deprimió y a la semana murió. 

Estoy segura que si quien hubiera muerto hubiese sido Jane, que obvio no era ni su mascota ni estoy comparándola con eso, pero vivía entre ellos y de alguna forma se había hecho su amiga, Gorilita no habría tenido una reacción emocional ni en una fracción similar. Ese es mi punto. Me parece antinatural igualar a las especies diferentes, y en ese sentido, las declaraciones del Papa, que de fondo tienen lo mismo, me hacen sentido en un 100%.


Otra de las veces en que fui malinterpretada al comparar humanos con animales, y aquí yo los igualé, pero en forma de analogía, no como, equiparándolos; fue cuando compartí una canción que escribí o más bien creé (porque es un audio), mientras caminaba por el borde costero, después de observar a la gente paseando perros.

La canción, que me nació en inglés decía “and race wasn’t supposed to be a race” y hablaba de el sinsentido de las diferencias raciales en un mundo en que vivimos –y esto no era parte de la canción si no que de la reflexión con que la acompañé– y comparaba la situación con los perros. Lo fácil que era entender que la raza no define ninguna diferencia más que el look y que una prueba de aquello era nuestra relación con los perros. Que era increíble pensar que en un mundo donde no hacemos diferencias entre amar a un gran danés versus un chihuahua mexicano, o un pastor alemán, o un scottish terrier, o un chow chow, nos costara tanto ver que las diferencias raciales entre humanos no merecían, por ser diferencias, ninguna diferencia, valga la redundancia, de trato, ni de dignidad. 


La canción en cuestión que llegué a mi casa a escribir después del paseo


En ninguno de los dos casos quise ni juzgar ni “no empatizar” con los humanos ni con los animales. Mi afán fue siempre defender estas ideas que son sencillas de entender pero que siento que al mundo le falta profundizar. Por eso ahora las escribo aquí, para que ojalá a más personas les hagan sentido y ojalá las compartan.


Sé que la parte de la multipotencialidad y lo de mi ser altamente sensible no tienen que ver con lo de los animales. Pero tienen todo que ver con el origen de estas reflexiones, y porque a mi me hizo sentido descubrir esas cosas en mi, lo comparto con ustedes, quizás les pasa lo mismo y se ven reflejados aquí.


PD: Mis poemas y canciones siempre están abiertos a ser publicados si a alguien les diera curiosidad. No tengo problema con compartirlos. Y la verdad me encantaría musicalizar alguna vez en mi vida alguna de mis cosas así que dejo eso ahí en el aire jajajaja.


PD2: Sobre multipotencialidad visiten el IG de @daniconlapiz. Ella tiene un vivo muy bueno, es el con más de 5k views y existen varias charlas TED del tema también.

Sobre PAS, Personas Altamente Sensibles también hay TED talks varias.