viernes, 14 de octubre de 2022

No Maten a Julie: por qué Julie Andrews es mi ídola y creo que es santa

Mi ídola de siempre. Sus personajes son mi modelo a seguir. Desde la calidad imaginativa y educativa de Mary Poppins, mi real ejemplo a seguir de niñera; pasando por la profunda fe en Dios y amor a la música y a la familia de María Von Trapp, ejemplo de madre; siguiendo a la gracia y preocupación de la reina Clarisse, ejemplo de abuela. 
Su participación en Mi Villano Favorito, dónde dió voz a la madre de Gru, habla también de una abuela con una niña interior muy viva, algo que yo aspiro a mantener hasta el fin de mis días.

Sus tres personajes más icónicos y mis favoritos

Su participación en Bridgerton, como la voz de Lady Whistledown, demuestran su conexión con la actualidad y lo que resuena con la juventud. Sigue hablando de su alma siempre joven.

No sólo su vida en pantalla y la de sus personajes son ejemplo. Una vez me topé con un documental francés en Film & Arts, de su vida que sólo reafirmó mi admiración por ella y su trabajo. 

Creció con una madre y un padrastro que la hicieron trabajar de niña por su talento y belleza, y que después en vez de darle amor y apoyo, prácticamente la explotaban. Su madre además  envidiaba su talento y belleza. 


Con su mamá y padrastro, de niña actriz 

Se enfrentó a la traición del director de la obra musical que la hizo famosa, que al hacerla para Hollywood, decidió elegir a Audrey Hepburn porque estaba de moda por sobre Julie, la Eliza Doolittle original, porque no había actuado nunca en una película y no eran tan popular en el medio. Esto fue el primer golpe profesional de Julie.
Pero porque la vida no es tan injusta, su primera película Mary Poppins salió el mismo año que My Fair Lady, y aunque la segunda venció a la primera en la categoría de Mejor Película, Julie venció a Audrey, con su primera película, en la categoría de Mejor Actriz, y elegantemente, agradeció a ese director que le había dado la oportunidad en Broadway (y que después la había traicionado).

Aquí con Audrey Hepburn y su primer Oscar

Se casó en primeras nupcias con Tony Walton, diseñador de vestuario de Mary Poppins. 
A pesar de que se volvió a casar con quién fue su amor hasta que falleció, siempre habló muy bien de su primer marido, con admiración a su talento y dedicación. Nunca olvido como cuenta que ese abrigo azul marino típico de Mary Poppins estaba forrado con tela naranja, que no se veía, pero que hablaba del lado escondido "cheeky and fun" del personaje. 
La forma en que ella hablaba de su ex, era muestra del cariño que le tenía y de cómo lo admiraba; y eso era ejemplo de que ella lo seguía respetando, tanto como profesional como como el padre de su hijo.

Julie tenía un registro vocal de otro mundo. En sus películas de juventud se nota. Y es eso lo que su madre le envidiaba de niña. Y es la razón, entonces, por la que no tuvo una buena figura materna. 

Aquí luciendo su registro en Mary Poppins


En su adultez se enfrentó a la operación que más puede asustar a un cantante. Tuvo nódulos y la operaron por ello. Esa es la típica operación que se hacen los cantantes que les aterra porque existe la posibilidad de perder su "singing voice". A Lady Gaga se la hicieron, y a mucha gente más, con resultados exitosos. 
Con Julie no fue así. Ella perdió su voz. Fue el segundo golpe más fuerte para su identidad, su carrera y su autoestima, después de lo de My Fair Lady.
Esta escena del Diario de Una Princesa 2, dónde se presenta con Anne Hathaway y Raven Simone, fue su vuelta a cantar en cine, ya con un registro muchísimo más acotado.



A pesar de todo lo que sufrió, nunca dejó de ser una dama. Nunca ha dejado de tratar al resto con gracia y amabilidad. Y hasta la corona inglesa la ha reconocido oficialmente como "Dame". 

Todo esto lo sé de memoria. Nada lo he tenido que googlear, porque de verdad que la admiro mucho a Julie. Cuando digo que es mi ídola no es un eufemismo. Ojalá yo llegue a vieja con esa gracia y siendo tan querida por el mundo entero.

Aunque su cumpleaños fue a principios de mes, seguimos en Octubre, y aunque no estuviéramos en su mes, nunca está de más reconocerla. Ya lo hizo el American Film Institute este año que reconoció su carrera y dedicó una ceremonia entera a su trayectoria. 



Últimamente en mi familia, con la muerte de Bette Davis, de la Reina Isabel, y de Ángela Lansbury, todos están diciendo que sólo falta Julie. Yo me enojo, si está "vieja" pero sana. ¿Por qué me la matan antes de tiempo? 
Estoy segura de que el día que parta voy a llorar con  pena, pero con la alegría de haber vivido en su tiempo y de tenerla como figura a quien admirar.
Nunca olvido cómo en cuarto medio en clase de inglés, una compañera quedó en shock cuando yo dije que mi ídola era Julie y que siempre había querido ser como ella; porque la Dani (mi compañera) no entendía que mi modelo a seguir fuera una abuela, y no alguien joven, tipo Britney. Creo que me lo dijo tal cual, mirándome con cara de no entender. 

Pero quien me conoce no tiene necesidad de entender esa diferencia, porque me conoce.

Estaba escribiendo esto en facebook, pero quedó tan largo, que lo voy a poner en mi blog, porque además Julie merece que su homenaje no se pierda en mi feed.

Ahora sólo doy gracias a Dios por que exista gente como ella en Hollywood. Para mí, eso que he relatado, es santidad. Al menos como la entiendo yo. Así que salud por Santa Dame Julie. 
¡Y que viva hasta los 100!