domingo, 26 de agosto de 2018

El Secreto Poder de un GRACIAS - #ProyectoGratitud

Escrito el 28 de Agosto de 2018

English version on the link below


(desde ya, ¡Gracias por querer leerme!)



GRA-CIAS. Dos sílabas, 7 letras y un enorme súper-poder. 

Desde siempre se nos ha enseñado a pronunciar esa palabra. Una de las de cortesía, las famosas y tan renombradas “palabras mágicas”. 

Pero ¿Que tan mágica puede llegar a ser una simple palabra?  Cuando éramos niños, “por favor” y “gracias” eran las reinas de la magia, porque como por arte de magia, el usarlas abría puertas, candados, y daba paso a las cosas ricas, a cumplir algún deseo niñezco, a la posibilidad de ir a la casa de un amigo... a finalmente, conseguir algo. 

Hoy, ya grandes, las palabras mágicas, a la mayoría, nos salen de forma espontánea y reflejan por sobre todo y a veces nada más que cortesía. Han perdido un poco la magia porque se han gastado. Nos acostumbramos a usarlas tan casi puramente para mantener nuestro nivel de educación (as in ‘qué educados somos’)  que hemos dejado desaparecer esa magia que alguna vez vimos en ellas de niños. 

Cuando chicos, el efecto de esas palabras estaba condicionado por nuestros padres. Ellos nos enseñaron cuándo usarlas, para qué servían, y cómo funcionaban; y eran ellos los que definían de qué forma se manifestaría esa magia (como en los ejemplos que puse más arriba). Eran ellos, nuestros papás, los dueños del poder de, de alguna manera, hacer funcionar la tan repetida magia.

Hoy a mis 26 años, con el por favor y el Gracias acompañados de sus amigos corteses el permiso y el perdón/disculpe, bien arraigados en el vocablo (siaaaa jaja), me di cuenta que la magia detrás del GRACIAS, en particular, era mucho más potente que la del resto. Y es que a diferencia de un ‘por favor’ o un ‘permiso’, que buscan conseguir algo (ya sea una cosa, un espacio, consideración, etc.), o u ‘disculpe’ que nace a modo de enmienda, un GRACIAS no necesita estar condicionado por nadie más que uno mismo. Es cierto que “por algo habrá que agradecer”, y que ese es el único condicionamiento toras el cual ‘funciona’ un agradecimiento. Sin embargo, y recordando aquella anécdota de Pilar Sordo y el hombre ciego agradecido (dejaré el link más abajo), son TANTAS, las cosas “agradecibles” que realmente nada condiciona la posibilidad de agradecer (tener vista, saber leer esto, son algunos ejemplos).

Así, es que caí en la realización de lo que es en resumen, la gratuidad de la gratitud (es decir, no necesita ni pide nada a cambio). Y con esa gratuidad, se nos presenta entonces la posibilidad de jugar con la magia del lenguaje y sus efectos en el prójimo.

Este “juego mágico” que significa el ejercicio entonces de la gratitud, se convierte, si aprendemos a manejarlo, en un súper poder extremadamente sencillo de ejercer. 

Porque todos sabemos cuánto nos gusta escuchar un “Gracias” cuando hemos trabajado por algo con amor y/o dedicación;o cuando hacemos gestos de cariño. Todos sabemos cuánta pica nos da que, por otro lado, no se nos agradezcan las cosas cuando debieran ser agradecidas. Tú (lector/a) y yo hemos experimentado lo que nos produce la gratitud: ese warm fuzzy feeling,  ese sentimiento de satisfacción que da el sentirse útil, el sentir que lo que uno hace sirve de algún modo. Y con ese sentimiento, viene amarrada una cosa que está  científicamente comprobado que ayuda, biológicamente, a sentirnos más felices: LA SONRISA.

Fue entonces que me di cuenta, hace un par de meses, que ambas cosas iban de la mano: la cortesía y la sonrisa; un “Gracias” y una sonrisa, un honesto “disculpe” en medio de la multitud, y la sonrisa. Todos esos pequeños gestos, eran pequeñas dosis de felicidad que podíamos estarnos perdiendo. Y fue entonces que nació lo que hoy es mi (humilde, porque sólo lo he hecho yo aparentemente a pesar de que lo he puesto en mis redes sociales con la idea de que se replique) #ProyectoGratitud.




Y ¿en qué consiste el Proyecto Gratitud? Sencillamente en ser más agradecidos, pero yendo un paso más allá del usual “Gracias” que muchas veces sale automático y que ha perdido la magia; para convertirslo en algo tangible, en lo que yo (en mi mente) he bautizado como un “sacador de sonrisas anónimas Y automáticas”: mis “tarjetas de gratitud” , que como se ven en la foto, no son más que agradecimientos escritos, para personas comunes. 

Mi proyecto gratitud, no sólo me ha “obligado”, suave-violentamenteme* a ser más agradecida, sino que me ha transformado en una transeúnte mucho más atenta a quienes me rodean y es que es algo tan pero tan sencillo, que honestamente cualquiera puede hacerlo, y esa es la idea. Porque como decía, mi taco de tarjetitas de gratitud ha hecho que, teniendo las ganas de agradecer, encuentre “agradecimientos”, o cosas que agradecer a las que antes nunca hubiese adjudicado un ‘poder’ hacerme sentir másfeliz/agradecida y/o regaloneada por Dios.

Justo hoy después de haber gastado más de la mitad de mi taco de tarjetas, de haber recibido sonrisas, buenos deseos y hasta una salida de mostrador+abrazo en la farmacia (esta fue la más “chocante” para bien), los quiero invitar a seguir este proyecto. A recibir y pasar la gratitud y a compartir con ella el hashtag #ProyectoGratitud, para que veamos (tal como en la película “Cadena de Favores”) hasta donde llega.

 Así que les dejo algunos ejemplos de las que se han entregado : 

  • Gracias por llevarme a salvo a mi destino (aunque sea su trabajo)
  • Gracias por amenizar mi viaje
  • Gracias por su amabilidad
  • Gracias por musicalizar mi viaje/Compartir tu talento
  • Gracias por la buena onda 
  • Gracias por tu tiempo
  • Gracias por el gesto
  • Gracias por regalar sonrisas
  • Gracias, porque me encantan los niños y su hijo me hizo sonreír
  • Gracias porque se ven demasiado lindos juntos e irradian su felicidad
  • Gracias por indicarme el camino
  • Gracias por la conversación espontánea
  • Gracias por el cariño de siempre (también podemos, y debemos, agradecer a “los de siempre”)

Y así hay miles de millones de opciones...

(Para que se entienda completo el concepto, las tarjetas que por un lado llevan un “GRACIAS” con los apellidos como los de la lista, por el revés llevan variaciones entre el hashtag #ProyectoGratitud y otras frases como : Un GRACIAS nunca está de más/Recibe y pasa la gratitud/ Agradezcamos más, es gratis /AGRAdecer es GRAtis y te hace GRAnde/Por un Chile-Mundo más agradecido y más feliz, etc. De modo que el motivo de este proyecto, no busca más que tratar de sembrar, de a poco, semillas de gratitud. De traspasar la magia de esa palabra que sobrepasa barreras y que rompiendo la rutina, regala sonrisas.

Así que GRACIAS por leerme hasta el final, y ¡GRACIAS, desde ya, de ser parte del Proyecto Gratitud! 

Les dejo dos joyitas sobre la gratitud: 

1. Remember to say Thank You (Dura menos de 4 minutos)



2. Lo de Pilar Sordo : 






Thanks again! ¡Recibe y pasa la gratitud!






2 comentarios:

  1. Gracias por hacerme parte de tu vida,escucharme y dejarte abrazar de vez en cuando.
    PS: "de jugar ---> on la magia del lenguaje y sus efectos en el prójimo."

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