Mi largo día y "Calingüe Gourmet": Mi Experimento Restaurantístico Casero

Hoy día domingo, tuve un día ultra intenso. Partió ayer en realidad cuando se me ocurrió que hoy iba a ser el día en que iba a convertir mi casa en restaurant. La idea partió porque siendo una familia nuclear de 10 personas, es muy difícil salir a comer afuera a un lugar "decente", porque es demasiado caro. La semana pasada, como pocas veces en años, fuimos a almorzar al Club Naval. A mi me encanta ir ahí porque igual es rico ir a algún lugar algo más producido que la cafetería del Club de Campo o el Dominó, así que estaba muy contenta. Pero era domingo, en medio de vacaciones de invierno y estaba naturalmente llenísimo. Tuvimos que esperar como una hora y media haciendo hora en el bar, lo que sumó gastos al presupuesto y cuando ya llegamos a la mesa, que habían armado claramente muy apurados, con cubiertos de menos en varios puestos, a pesar de ser muy bien atendidos, la comida fue una decepción. La verdad, los "Canelones con Salsa de Queso" tenían una masa rica, rellena con pollo, pero la salsa de queso, era una salsa de sobre tipo sopas Maggi que ni siquiera era de sabor a queso, con un poco de queso parmesano encima. Fue super penca.

Entonces ahí se me ocurrió que sería choro preparar un día un almuerzo gourmet y servirlo como si fuera restaurant. Y la idea calzó perfecto cuando me habían dado como tarea (creo que para trabajar mi autoestima) que hiciera algo entretenido, fuera de lo común, y que me hiciera feliz, junto con la Trini, mi partner en cada una de mis locuras artísticas o de niños.

Así que ayer decidimos un menú para hoy y empezamos a trabajar en los preparativos. Decidí hacer Puré de papas con zapallo y porotos (sólo porque habían sobrado demasiados del almuerzo) acompañados de lo que tenía presupuestado mi mamá para servir hoy domingo.

Hice el puré, el postre (con ayuda de la Bellini), lo metí al freezer y preparé el couscous para la ensalada que iba a ir dentro del menú.

Además pinté negra una madera que había tirada en el patio de atrás de mi casa y le escribí el menú. Eso fue lo primero que iba a ser parte del "local" en que se transformaría el comedor de la casa.

Mi cara de muerta de sueño el sábado en la noche

Entre todas esas cosas, con la Trini nos terminamos acostando como a las 3 am.

A la mañana siguiente, o sea hoy día, me desperté como a las 9 y seguí trabajando. Anoche me había puesto a rehacer una lista de precios con fotos para mi nuevo trabajo así que en la mañana la terminé y sólo porque me motiva hacer cosas gráficamente bonitas, yo me ofrecí a hacerlo. Esta fue la diferencia (jaja):

Una vez listo eso, bajé a la cocina para seguir avanzando, y tomar desayuno de paso.

Arreglé el postre, que no me había quedado tan como quería y le agregué hielo y menta y así quedó como helado.

He estado súper arriba anímicamente, sólo en tiempos así soy tan motivada con las cosas, entonces entre medio de la mañana, de tratar de ordenar mi desorden habitual, pinté otras cosas y agrandé el desorden. La decoración del "local" se redujo a sacar los cuadros de las paredes, poner un cuadro prestado que debo entregar y colgar unas guitarras en la pared. Además de que puse un mantel ecuatoriano que le dio todo la pinta restaurant de gastronomía latinoamericana.

Bebestibles: Vino tinto, Limonada con menta, Ginger Ale con limón 

y pisco mango-sour (ese quedó sólo para la foto)

Mi ensalada de couscous con hierbas, tomate, palta, hojas de betarraga y queso fresco, mi favorito del menú.

En fin, salió todo bien. Después de una espera muchísimo más corta que la del domingo pasado, nuestra comida se sirvió y lo mejor fue que a TODOS les gustó mi puré con canela, que aunque "me arruinaron" mi receta porque la mezclaron con la sopa de los porotos que yo había separado precisamente para que no quedara tan líquido, y que TODOS me habían criticado por ponerle canela sin siquiera probarlo. Al final fue bacán porque todos lo disfrutaron y nos felicitaron. 

Al final cerramos la comida con un show de blues muy ridículo e improvisado que preparamos con la Trini en la guitarra y las dos en la voz. Fue totalmente parte de la “Isla de las Bobadas” que sale en “Intensamente” para quienes la vieron.

Estaba tan cansada eso sí, que como tratamos de que fuera como restaurant y servimos todos los platos, con la Corazón (otro apodo de la Trinidad del Sagrado Corazón) comimos los platos desfasados, ya ni siquiera tenía hambre, pero la ensalada la disfruté demasiado y estuvo súper rico.

El menú cambió por diferentes circunstancias, varias de mi desagrado, pero en fin, no puedo ni me hace bien controlar TODO e igual a todos les encantó todo, así que al final realmente comimos lo que sale en la primera foto.

Después de todo eso y de ordenar la cocina, llegó Felipe con la Cata, mi cuñada que me había pedido que la ayudara a hacer un vestido de Bella (de La Bella y la Bestia) para las alianzas de su U. Así que estuvimos trabajando en la tarde en eso como hasta las 10. Montamos la tela primera como maqueta y esto logramos:

Fue un día ultra intenso. No es normal que esto pase según yo en la vida de la gente normal, eso de hacer taaaaaaanto en un día en cosas que no son de estudio o trabajo, pero creo que valió la pena el esfuerzo y cansancio. Ahora guardo un recuerdo bacán y lo mejor de todo es que se decidió hacer un concurso familiar en parejas sorteadas para hacer esto durante 4 domingos con mis Tatas Campos Calvo, que estuvieron invitados al almuerzo de hoy, como jueces. Así que estoy muy feliz, para mi, las cosas como estas, que mantienen vivos a nuestros niños interiores, son un remedio demasiado bueno para el alma, y agradezco a Dios tener la posibilidad y las habilidades que me regaló para desarrollar ideas como estas.