Por lo mismo, también e ha desarrollado una mayor conciencia respecto de este tema, generando una amplia búsqueda de nuevas maneras de reutilizar los residuos plástico, ya sean estos bolsas o recipientes entre otros.
Una de las técnicas que me ha llamado la atención (hasta el punto de querer trabajar con ella en mi proyecto de título) es la técnica de fusión utilizada en el reciclaje de bolsas plásticas. Las bolsas plásticas, compuestas generalmente de polietileno o polipropileno, se demoran entre 150 y 600 años en degradarse. Por lo mismo, el trabajo con este tipo de material como materia prima es muy beneficioso en diferentes aspectos.
En las imágenes a continuación se puede ver algunos ejemplos de reutilización de bolsas plásticas de distintas maneras, con procesos que han buscado una manera de lograr generar productos de calidad y atractivos a partir de un desecho sin dejar de lado la originalidad.
Uno de mis ejemplos favoritos es la marca nacional "Joya Plástica", creada por Pía Calderón, artista visual. Joya plástica es una marca que rompe con los esquemas habituales existentes en el concepto del reciclaje, que muchas veces se convierte en una especie de cannon que considera técnicas repetidas como patchwork o tejidos básicos y que logra productos que no son capaces (a veces ni lo pretenden) de esconder su origen para elevarlos hacia algo más sofisticado y/u original.
En el aspecto de la nobleza estética y de la diferenciación con el resto de los ejemplos existentes de reutilización, Joya Plástica considera y cumple con estos dos aspectos con creces. El background de su creadora de artista visual contemporánea se transfiere en la marca y sus productos, y la mezcla entre el plástico y la plata, logran el desarrollo de un producto llamativo y sofisticado, sobrio y moderno. Estos son algunos de los ejemplos más emblemáticos de "Joya Plástica":
Modelo "OMA"
Modelo "Iris"
Otro ejemplo de la utilización de plástico de una manera distinta, son los productos del colectivo de diseño "Studio Koya", que trabaja con hilados de plástico. En este caso en particular, no tengo claridad acerca de si existe un uso real del reciclaje, es decir, si el plástico que se usa es realmente reciclado, sin embargo, la forma de utilizarlo considera técnicas aplicables a un uso de reciclaje, a través del uso del "plarn" (hilado plástico, de plastic+yarn en inglés).
El descubrimiento de este tipo de objetos de diseño, llama la atención por romper con el esquema de lo que uno tiene en mente al pensar en cosas recicladas, dando vida a objetos que superan con creces lo que fueron originalmente. Eso, es lo que en inglés se llama "Upcycling"; el paso de un objeto a ser reciclado para convertirse en algo mejor que su original, es decir, una "subida de categoría" de un material según de qué manera se recicle.
Todos los aspectos mencionados anteriormente, abrieron en mi la inquietud por explorar mejor este campo. Por lo mismo, intentaré trabajar con este tema para mi proyecto de título, buscando el desarrollo de un producto de vestuario en el cual se pueda aplicar este tipo de técnicas. Después de haber pensado la mejor forma de utilizar láminas o material plástico en vestuario, me di cuenta que existe un elemento en este área que no cuenta más que con el plástico como material base, una prenda que no debe considerar tanto lo funcional o ergonómico, lo que permite mayor amplitud en el uso del mismo plástico: los impermeables.
Una vez encontrado todos los elementos que creo necesarios para desarrollar un proyecto consistente, sólo me queda ponerme en las manos de Dios para que el tema sea aprobado por la comisión de mi universidad y así, con eso, partir trabajando con lo que ya son los últimos pasos para terminar mis estudios.
PD: Aquí les dejo un ejemplo de una prueba que hice con una bolsa de papel "Confort" con plástico morado.
Primero corté la parte de color en una tira larga y la ovillé. Después envolví un circulo (plano) de cartón y cuando estaba bien lleno, lo planché entre papel para que no se ensuciara la plancha. En realidad es mucho más sencillo de lo que parece.
En fin, así me quedaron los dos círculos, y con uno hice una capita de lluvia en miniatura. Una de las cosas interesantes de esto es que no fue necesario coser nada porque 1, el material no se deshilacha y 2, las piezas se pueden pegar con calor.
Las fotos no son muy buenas porque la verdad no tengo ninguna cámara decente a disposición, pero la idea es que se vea más o menos qué es lo que pretendo hacer.
Eso, sí, todo, considerando que si se llevara a un nivel mayor de producción para prendas reales, tendría que haber detalles mucho más acabados y un proceso más delicado que el que realicé yo, que fue algo casi impulsivo, que hice en menos de media hora.
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